El paso de la muerte y el puente de las almas.

El Puente de las Almas se yergue sobre un desfiladero sumamente temido en Sioma, conocido como el desfiladero del infierno o el desfiladero del diablo. Es un presipicio de casi 1000 metros de profundidad, por 1000 de ancho.
Es una pequeña y débil construcción que mide aproximadamente 2.5 metros de ancho, encontrándose elevada sobre la orilla del precipicio unos 15 o 20 metros por un risco de 100 metros de altura.
Sus escaleras de nogal, son algo viejas y un poco apolilladas, hacienden en forma de caracol y se van angostando conforme se acercan más y más a la plataforma del puente.
A su vez la plataforma del puente hecha de roble está protegida por unas barandillas de 1.5 metros que de modo a un más peligroso, van siguiendo a la misma plataforma cuya trayectoria sicsagueante haciende y desciende constantemente, para morir en unas escaleras hechizadas, que se internan dentro del corredor de Yasot.
Para pasar por el puente hay tres grandes obstáculos:

1. Tener el valor, la capacidad física y la astucia para escalar y atravesar el paso de la muerte que es un risco de roca ígnea que sobresale de una de las cuestes de la montaña Elizza de casi 10 metros de ancho por 100 de alto. Sin embargo al ascender va reduciéndose hasta terminar en una afilada saliente de 1 metro, de donde cuelgan las escaleras del puente. Así casi se me olvida decirles porque se llama “el paso de la muerte”, sencillo, porque aún lado ya hace la orilla del precipicio y al otro corre un río con rocas y rápidos de nivel 4.
2. Y mientras aún andas en esas, debes derrotar al poderoso guerrero Máryus, quien es un discípulo directo del invencible Jáchelkhú.
3. Y tras vencerlo él es el único que puede abrir el cello de Amórthuk, cello que permite que aparezcan las escaleras hechizadas del otro lado del puente, que te conducen al corredor y dan acceso al templo.


¿Tienes miedo?