la cueva de las sirenas

Si sigues el cause de rio encontraras este lugar, pero no te dejes engañar, porque este lugar causa alucinaciones en cualquiera que se acerca, ya que la sirenas utilizan este siniestro lugar para descansar, si queres salir con vida del Misiksiw sera mejor que no te arriesgues entrando, aunque si eres lo suficientemente fuerte a sus encantos mezmerisantes podrias encontrar una gran recompensa

[quote=]Cheena es una chica interesante lo reconosco, pero a pesar de que viaja con seres que pertenecen al flujo de la esencia inicial del cosmos ella aún no ha aprendido a escuchar al cien por ciento su corazón y aún no sabe comprender el lenguaje que habla el alma de la creación, mas creo que éste torneo no los enseñará a todos.
Pensé en eso mientras seguíamos el cause del río y comntemplábamos el resplandor plateado de la luna llena.
¿Por qué estás participando en éste torneo?
-Bueno sino es mucha molestia saber.
Le pregunté mientras nos acercábamos a una cascada.
-CREO QUE TENDREMOS QUE RODEARLA.
Le dije mientras caminaba hacia lo que parecía ser una especie de cuesta empinada.
Música

[quote=][color=green]Cheena me dijo que su razón de participar en éste torneo era salvar del peligro que corrían Tethe`alla y Sylvarant y estuve tentada a preguntarle ¿de de qué tendrían que salvar esas dimenciones?
¡Pero no fue necesario, Sentí con mi empatía su angustia y ví todo lo de la elegida de la regeneración, la entoxicación angelical de Collette y la tragedia de Kárlant.
Y decidí responder a su pregunta:
-Pues es algo complicado, igual que tú amiga Collette mi amigo Efrén es un elegido, pero no de la regeneración, sino elegido por el cosmos y su primo Fausto es la encarnación de Bleytoch, señor de la vida y la muerte, ambos son hijos de sabios profetas que buscan detener a Axil el amo de la debastación ¡un ser que es la fuente, no que digo la fuente el origen del mal!
¡Un destructor de cosmos, algo que sería imposible para tí!...
Estuve apunto de terminar mi frace, cuando leí en su mente algo acerca de un Dios destructor llamado Mitos, una Diosa progenitora Martel y un Dios creador de nombre Maytos.
Y no supe que más decirle.
Música[/color

[quote=]Idracxil si me pareció conocer ese nombre y entonces ví en su mente algo que me preocupó.
-Si suena muy parecido, ¡espero que no sea el mismo! jajajaaajaajaa.
Fingí esa torpe risa mientras continuábamos acercándonos hacia una extraña cueva y mi empatía me advertía de algún peligro.
¿Cheena, tal vez deberíamos continuar por otro lado?, siento una mala energía.
Cheena pareció pensarlo, pero antes de que me contestara vió algo en el suelo junto a la orilla del río y se agachó a rrecojerlo.
Música

[quote=]Ví que la cosa que estaba en el suelo era una especie de carta, parecía una carta del tarot, pero más extraña y escuché que Cheena dijo en voz alta arena y de la nada empezó a caer arena hasta que se formó un montículo de arena y la sepultó.
¿Cheena estás bien?
Me aproximé a donde estaba y comencé a patear la arena para dejarla respirar.
Música

[quote=]Sheena se liberó fácilmente, aunque nadie le quita el sabor de arena de la boca jaja, pensé para mis adentros. Cheena casi se desase de la carta, pero decidió guardarla, porque le dije que seguramente le sería útil; mi empatía me lo decía y también me decía que lo sería útil más pronto de lo que creíamos.
Luego de que la ayudé a sacudirse continuamos el camino, pero mi sensación de miedo y angustia creció, después ví a nuestra izquierda un lugar a donde la cascada formaba una pequeña vertiente y allí estaba una extraña cueva.
Después Cheena se detuvo y se le perdió un poco la mirada, luego empezó a actuar como...como, si ¡como si estuviese bajo alguna clase de trance!
¡Y entonces lo oí!, era como una especie de melodía, tan presioso como el canto de un ángel, tan hermoso como uno, pero a su vez esa canción encerraba un sentimiento tremendo de malicia e ipocrecía.
¡Cheena no! ¿Cheena qué estás haciendo?
Luego ví como caminó como atraida por ese canto hacia la caverna y bueno...decidí correr tras ella.
Música

[quote=]La magia que provenía de esa maldita caverna no sólo era maligna, sino poderosa.
Sheena estaba completamente ipnotisada y era atraida por ese hermoso canto.
¡Rayos, rayos no, se trata de una sirena! ¡demonios!
Cuando estuve con los Gebaltenhaos oí hablar mucho de ellas, ¿qué puedo hacer para liberarla...?
Y se me ocurrió una idea.
Pero había un pequeño problema Sheena había entrado casi a la cueva.
¡Sheena, esperaaa!
Música

[quote=]Era inútil, Sheena no me escuchaba, no hacía el minimo esfuerzo por defenderse, había perdido el deseo de pelear, así que corrí tras ella y nos internamos en la cueva.
Sólo se me ocurrió una manera de liberarla y de salvar nuestras vidas.
Así que saqué la flauta de Rakiel y comencé a tocar una melodía que bloquea completamente el hechizo de las sirenas.
¡Espero que sea suficiente!
Música

[quote=]¡Gracias a Dios que funcionó!
Funcionó la melodía que toqué para bloquear el canto de las sirenas, pero antes de darme cuenta ya estaba rodeada por dos de ellas quienes al instante se transformaron en mounstros orrendos, yo me teletransporté junto a Sheena y después usando un poco de magia sónica la liberé y corrimos hacia la entrada, sin embargo inmediatamente esas malignas criaturas nos rodearon y grité, pero mi grito quedó opacado por el eco de la caverna.
Música


Fue extraña y densa, muy densa la energía que sentí cuando estábamos aún en el lago, era un cosmos pesado, de baja vibración y me recordó al de Ardech, y no sólo eso, persiví como esa energía llegó a Sioma.
Después Kurai salió de su dormiteo y preocupada me preguntó acerca de esa presencia, además de que me dijo que nuestras misiones no serían nada censillas, luego nos desbanecimos en las sombras, hace tiempo que no paseaba por las sombras.
Por una sensación mutua aparecimos en el río, en donde oí una hermosa melodía y dije:
¡"Oh Música no"!, así que corrímos hacia lo que parecía ser una extraña caverna.
Y al asomarnos vimos como tres orrendas sirenas tenían acorraladas a Música y a una mujer con aspecto de Ninja.
Apolo

[quote=]Estaba muy asustada, las sirenas parecían dispuestas a matarnos, pero algo que me tranquilisaba es que estaba con Sheena, ¡sino no se que hubiera sido de mí!
Nos tenían rodeadas y arrinconadas contra la pared y el agua, y pensé en usar uno de mis ataque sónicos, pero Sheena fue más rápida que yo y sacó de su volso una carta de invocación y pude observar que era la carta Clow que habíamos encontrado en el río. Después de hacer movimientos de invocación trajo una poderosa magia y el espíritu de la carta comenzó a lanzar ataques de arena a las sirenas que desconcertadas volvían al agua.
Aprovechamos para correr hacia la salida y fue cuando ví al final de la cueva a una chica pelirroja con una cosmoenergía muy misteriosa y a Apolo.

¿Qué haces aquí? me preguntó, mientras me daba un abraso.
Luego ví que Sheena habló un poco con la otra chica y después algo decepcionada y enojada vino junto a mi.
Música

La mujer que estaba con Música resultó ser una súmoner, y además poseía una carta Clow, sin embargo me desilucionó su mal manejo de los poderes de tan valiosa arma. Aunque tengo que admitir que eso detuvo a las sirenas y les permitió escapar; lo cual me dió mucha alegría y levantando a Música en mis brasos le dije que ¿qué demonios hacía en ese lugar tan peligroso!
Después escuché que Kurai con su típica actitud quizo demostrar su "aprecio" a la otra chica, luego ella vino a donde estabamos Música y yo y con una mirada amable le dije:
-Hola, ¿te encuentras bien?, yo soy Apolo, soy el compañero de Música.
Ella hiba a responderme cuando escuché gritar a Kurai y sucesivamente a Música y sentí como una enorme fuerza nos levantaba del suelo, al tiempo que oía los gritos de furia de las sirenas.
Apolo

Aunque Apolo me dijo que permaneciera en Ramiel y que sólo viniese aquí en caso de emergencia, yo creí y sigo creyendo que nunca debí quedarme.
Persiví como una maligna y poderosa presencia iba acercándose a Sioma, así que decidí volar lo más rápido hasta éste lugar.
Siguiendo el río llegué hasta una cueva a donde ví a la señorita Música y a una mujer con aspecto de ninja salir de dicha cueva y al señor Apolo acompañado por unna mujer que también parecía ser una cazadora de sombras.
Quería descender sin asustarlos, pero ví como las tres sirenas se preparaban para atacarlos con una marejada así que lancé una llamarada que hizo hervir el agua y después una onda de hielo que las dejaría frías por un buen rato.
Sólo escuché sus gemidos y en un vuelo de punta levanté sobre mi lomo a Música, a la cazadora, a Apolo y a la otra mujer.
Tonatcóatl