LA ESCALERA DE TLAHUISCALPAN

Tlahuiscalpan, significa lugar en donde nace la luz. Es uno de los conductos más peligrosos para entrar al Templo de Sacel; pues está hecha de un cristal translúcido que absorbe la luz solar o lunar en gruesas placas que cuelgan sobre el techo.
Mide aproximadamente unos 80 metros de largo por 26 de ancho con una altura de 4 metros y se eleva hasta 50 metros sobre el terreno en una hipérbola. Es franqueada por un arrollo de ácido cúprico que cae hasta una gruesa piedra naranja a la entrada formando así, junto con el carbono y las sales de la base, una mezcla pesada que empuja a la roca cada 30 minutos sellando la salida. 30 minutos después la compresión del líquido causa que se retire abriéndola de nuevo, sin embargo allí está la dificultad.
Recuerdan las cámaras de cristal, pues fueron puestas para transformar y depurar la luz, aumentando no sólo el calor dentro de la escalera en forma de cueva, sino que convierten a la luz en un destello tan brillante que es capaz de cegar a quien sea que permanezca allí por más de 30 minutos.
La cueva está protegida por los tres guerreros del sol dorado, y al final se encuentra Tlahuiszihuat, quien es la vigía del cello de Tlahuisacatl, requisito necesario para atravesar hacia el corredor de Gayé.
Para dejarte pasar la sacerdotisa y oráculo del sol, te hará una pregunta que si respondes correctamente te abrirá el camino, pero si fallas te convertirá en uno de los cristales que ya hacen sobre la escalera de Tlahuiscalpan.


¿Te crees suficientemente apto?